Publicado el jueves 07 de marzo del 2024

 ¿Por qué es necesario sacar el máximo partido de las COP y prolongar su ambición a lo largo de todo el año?

Las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP o conferencia de las Partes) se celebran anualmente para abordar los retos climáticos y coordinarse de forma global frente a estos. Desde su creación en 1992, han servido para revisar los logros de los países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas (CMNUCC) y medir los avances. En lugar de intentar adoptar un tratado que definiera compromisos específicos sobre el cambio climático y el aumento de la temperatura para todos los Estados, la idea era impulsar un proceso continuo de negociación para que los países tengan en cuenta la evolución de los conocimientos científicos y tecnológicos, encuentren puntos en común para superar sus diferencias y avancen así para frenar el cambio climático.

AmbicionCOP COP importancia 1

Emergencia climática

A pesar de ser una herramienta determinante para la puesta en marcha de medidas dirigidas a la mitigación y la adaptación, es necesario tener en cuenta que sus acuerdos oficiales surgen del consenso entre todas las Partes o países participantes. Por ello, a medida que aumenta la urgencia de la crisis climática, en ocasiones van un paso por detrás y no es infrecuente oír voces críticas.

Dada la actual situación de emergencia, es necesaria una transformación radical de todos los actores sociales para avanzar hacia una economía descarbonizada. Urge una acción unísona para impulsar y actuar a favor de iniciativas y normativas ambiciosas y, a pesar de la lenta puesta en marcha de determinadas políticas climáticas, las COP son una herramienta fundamental para ello. Al fin y al cabo, ¿qué otro foro cuenta con la participación y unanimidad de todos los países del mundo?

Es cierto que, hasta ahora, las COP no han sido capaces de frenar la crisis climática. Pero su utilidad sigue siendo muy real. En primer lugar, llevan a los Estados a abordar cuestiones esenciales para combatir el cambio climático tales como: ¿cómo elevar el nivel de ambición de las políticas nacionales?, ¿cómo transferir recursos financieros y tecnológicos?, ¿cómo crear capacidad en los países menos desarrollados? Por supuesto, las respuestas que los Estados dan a estas preguntas no son necesariamente satisfactorias. La norma según la cual todas las decisiones deben tomarse por consenso conduce a puntos muertos o a compromisos mínimos, ya que las198 Partes que participan en las COP no tienen todas la misma concepción de lo que debe ser la lucha contra el cambio climático. Tampoco tiene la misma responsabilidad no sufren sus impactos con la misma intensidad.

Pero las respuestas imperfectas y el diálogo continuo siguen siendo más útiles que la falta de respuesta, el silencio o la inacción. Además, no hay que subestimar la importancia de las decisiones que adoptan las COP. Conforman una legalidad internacional que refuerza la legitimidad de estas políticas nacionales cuando se ajustan a ellas y permite evaluar la acción de los Estados. La crítica a un país que no cumple las normas internacionales sobre el clima es siempre poderosa. Así pues, estas reuniones son un lugar en el que los gobiernos son interpelados sobre sus acciones, tanto por sus homólogos como por la sociedad civil, y en el que, por tanto, se puede presionar a los Estados para que redoblen sus esfuerzos.

Utilidad de las COP

La utilidad de las COP reside también en que dan visibilidad a nuevas cuestiones en la lucha contra el cambio climático. Permiten así impulsar nuevas dinámicas en el tratamiento del problema climático, que reflejan la evolución de los conocimientos científicos y las preocupaciones de la sociedad internacional. 

Por otro lado, en las COP se adoptan decisiones que pueden poner en marcha programas de trabajo sobre temas específicos y crear nuevos organismos, pero su trascendencia no se limita a estas funciones. Es competente para adoptar decisiones sobre cualquier asunto que las Partes consideren pertinente para la consecución del objetivo del tratado. Dada la naturaleza transversal del problema climático, esto implica que en las COP se pueden adoptar decisiones sobre una gran variedad de temas, sin límites en cuanto al número de decisiones o compromisos adquiridos.

     

El objetivo del 1,5 ºC

En los últimos años, tras la aprobación del Acuerdo de París en la COP21 de 2015, el objetivo primordial de estas conferencias es obligar a los líderes mundiales a tomar medidas concretas para evitar que la temperatura global de tierra sobrepase a final de siglo el 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.

Para ello, las emisiones mundiales deben reducirse a la mitad para 2030 y llegar a "cero neto" para 2050. En este sentido, los países comunican sus objetivos de reducción de emisiones a la CMNUCC en forma de Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (o NDC, por sus siglas en inglés), que representan un compromiso de cada país ante la comunidad internacional y legitiman acciones que no serían posible tener sin el marco de las COP.

   

¿Qué es eso del “cero neto”?

Llegar al "cero neto" implica recortar las emisiones de gases de efecto invernadero hasta dejarlas lo más cerca posible a las emisiones nulas, con algunas emisiones residuales que sean reabsorbidas en la atmósfera, por el océano y los bosques, por ejemplo. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, es necesario que las emisiones se reduzcan a la mitad para 2030 y que se alcance el cero neto hacia 2050. Puedes aprender más sobre este concepto aquí.