La NDC de España: ¿qué es y qué implica?
El Acuerdo de París pide a cada país que concrete y comunique las acciones que establecen para reducir sus emisiones, lo que se conoce como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés)
El Acuerdo de París marca una serie de objetivos globales que todos los países firmantes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se han comprometido a cumplir. Sin embargo, cada país es libre de hacerlo con base en su contexto particular. Eso sí: todos ellos están obligados a concretar cómo van a hacerlo. Para ello, deben elaborar, presentar y cumplir sus contribuciones determinantes a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés).
Esta hoja de ruta es única para cada país, y refleja sus circunstancias, sus capacidades y sus prioridades nacionales. Detalla cómo ese Estado en concreto pretende mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos del cambio climático, sirviendo de hoja de ruta para los esfuerzos de sostenibilidad global. Por lo tanto, fija objetivos de reducción de emisiones, describe las políticas, medidas y estrategias para alcanzar sus objetivos. Así, alinea la acción climática nacional con la internacional.
Teniendo en cuenta el proceso marcado por el Acuerdo de París, las NDC se revisan en un ejercicio de transparencia cada cinco años. Un proceso que permite a los países reflejar la evolución de los esfuerzos de reducción y reorientarlos, en caso de que sea necesario, incorporando la perspectiva de nuevas circunstancias, descubrimientos científicos o avances tecnológicos que permitan establecer objetivos incluso más ambiciosos. Ahora, con los resultados del Global Stocktake, los países tienen una base fiable para revisar sus objetivos de reducción y elaborar NDC en línea con el límite del 1,5 ºC de cara a la COP30.
Los avances (y puntos de mejora) de la hoja de ruta de NCD España
La NDC España, como Estado miembro de la UE, es la remitida a la CMNUCC por la Unión Europea en octubre de 2023. Supone los siguientes avances respecto a la versión de 2016:
- Es más integral, transparente y ambiciosa. Establece el objetivo de reducción de emisiones del 55% para 2030 desde el año base de 1990.
- A través del instrumento de recuperación Next Generation EU (NGEU), se establecen fuertes vínculos con la recuperación del Covid-19.
- Es explícita en el compromiso de la UE con la igualdad de género y las prioridades transversales entre género y medio ambiente, pero todavía se encuentra en una etapa de “reconocimiento” en lugar de en una etapa “transformativa”. Además, sectores estructurales clave, como la educación y la sanidad, no se mencionan.
A pesar de ello, todavía falta proporcionar más detalles sobre la trayectoria y los pasos que seguir para lograr y mantener los objetivos mencionados, aunque estipula que los Estados miembros deben preparar planes nacionales integrados de energía y clima para el período 2021-2030 que incluyen sus contribuciones nacionales no vinculantes para alcanzar los objetivos combinados de energía y clima, así como compromisos conexos en virtud del Acuerdo de París.
Este mandato, en el caso de España, se concreta en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Su puesta en marcha se ha materializado en diversos instrumentos tanto a nivel europeo como nacional. Así, el aumento de ambición climática a nivel europeo, el contexto energético más reciente, la necesidad de reforzar la autonomía estratégica, el progreso en la implementación de las medidas establecidas en el documento anterior, o los avances logrados gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, hojas de ruta, estrategias y medidas han sido algunos de los factores clave que han marcado este proceso de actualización.
En consecuencia, se ha elaborado un borrador de actualización del PNIEC 2023-2030, que incluye unos objetivos coherentes con la reducción de emisiones adoptada a nivel europeo, y que se concretarán en los siguientes resultados en 2030:
Este nuevo PNIEC representa un paso en la dirección correcta para elevar la ambición en materia de energía y clima. Sin embargo, los avances constatables aún no son suficientes para abordar de manera adecuada la crisis climática y lograr los objetivos de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C. El PNIEC aún se focaliza mucho sobre la economía y deja los aspectos sociales y ambientales en un segundo plano. La Agenda Global de Acción Climática también queda queda fuera de su marco.
Para que el PNIEC se traduzca en resultados tangibles, hay que abordar 10 factores críticos:
- Una financiación adecuada es esencial, permitiendo la adopción de tecnologías verdes, infraestructuras resistentes al clima y prácticas sostenibles.
- El intercambio de tecnologías avanzadas y probadas para acelerar la reducción de emisiones y mejorar las capacidades de adaptación en regiones que carecen de los recursos necesarios.
- El desarrollo de la experiencia y la capacidad institucional que implica formar al personal, mejorar los marcos normativos y facilitar el servicio de intercambio de conocimientos.
- La alineación con políticas nacionales más amplias, fomentando la integración en planes de desarrollo, estrategias energéticas y marcos económicos.
- Un seguimiento preciso de los avances hacia los objetivos, fomentando la rendición de cuentas.
- La participación de una amplia gama de partes interesadas, incluidos los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado para impulsar la innovación, la inversión y el despliegue tecnológico.
- La concienciación de la opinión pública para fomentar el apoyo público e impulsar cambios de comportamiento.
- La cooperación internacional para compartir experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas.
- La incorporación de medidas de adaptación para mejorar la resiliencia y minimizar la vulnerabilidad de las comunidades y los ecosistemas.
- La revisión y actualización periódica para reflejar la evolución de las circunstancias, las nuevas tecnologías y los últimos descubrimientos científicos.
Aparte de la formulación del PNIEC, la implementación del plan en España es un reto mayor e impacta a todos los actores y sectores que deben unirse para lograr su ejecución. Por ejemplo, los municipios tienen competencias en objetivos específicos del PNIEC, tal como se puede comprobar aquí. ¿Sabías, por ejemplo, que la implantación progresiva del contendor dedicado a los restos orgánicos está relacionada con este plan?