Los objetivos de reducción de emisiones de España
El compromiso de España con la acción climática se refleja en su participación activa en diversas iniciativas internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover la sostenibilidad. Desde la industria hasta la salud pública, el país está dando pasos concretos para enfrentar el desafío del cambio climático
Para responder a los desafíos del cambio climático, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) de España propone un objetivo de reducción de emisiones de gases del Estado de un 23% respecto a 1990. Ello implica eliminar una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten actualmente, en un esfuerzo coherente con la ambición a nivel europeo y con el Acuerdo de París.
El Acuerdo de París, y la necesidad de cumplir con sus objetivos, impacta en nuestra día a día como consecuencia de las políticas aprobadas por la Unión Europea y por el Estado. A su vez, las comunidades autónomas y los ayuntamientos integran en su legislación y en múltiples iniciativas públicas.
Metas para reducir las emisiones de CO2
Fomento de la rehabilitación energética en Barcelona o mejora de la eficiencia energética en Canarias, algunas implicaciones de este compromiso
Una de las metas del PNIEC es que el 74% de la electricidad consumida en España provenga de fuentes renovables para 2030. Eso explica que España esté invirtiendo en la transición hacia una energía más limpia mediante la expansión de parques eólicos marinos y terrestres, así como la promoción de la energía solar fotovoltaica, con el fin de luchar contra el cambio climático y reducir el calentamiento global. Así, a finales de 2023 la energía eólica ya era la primera tecnología del sistema eléctrico en España, con una cobertura del 25% de la electricidad que consumimos. Además, las energías renovables tienen el beneficio no solo de la reducción de las emisiones de GEI respecto a los combustibles fósiles, sino que también generan empleos sostenibles y fomenta la innovación tecnológica en el sector energético.
La construcción es otro sector importante en términos de emisiones de carbono. Se están desarrollando planes nacionales para mejorar la eficiencia energética en edificios y promover la rehabilitación energética. Y, además, España se ha comprometido en iniciativas internacionales como la Clean Construction Action Coalition para promover prácticas de construcción más sostenibles. Esto se traduce en proyectos concretos como la renovación energética de edificios en Barcelona, donde se ofrecen ayudas a la rehabilitación de viviendas con materiales de construcción ecológicos y sistemas de energía renovable para reducir las emisiones asociadas con la construcción.
También en relación a la vivienda, España tiene que asumir compromisos en el marco del Global Cooling Pledge para reducir las emisiones generadas por la refrigeración y la climatización de edificios a través del uso de tecnologías más eficientes que generen un menor impacto ambiental. Un ejemplo es la iniciativa de mejora de la eficiencia energética en sistemas de aire acondicionado en hoteles de las Islas Canarias.
Estrategia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
Para complementar este plan, España ha desarrollado una estrategia a largo plazo para descarbonizar su economía, con el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Esto implica reducir al máximo dichas emisiones y compensar las que no se pueden reducir. Para avanzar hacia este objetivo, España está implementando políticas para impulsar la movilidad sostenible y reducir el exceso de CO2, como las zonas bajas en emisiones, la promoción de vehículos eléctricos (por ejemplo, las iniciativas municipales para subvencionar la modificación de vehículos en los servicios urbanos de taxi) y la mejora de la infraestructura de transporte público.
El cambio climático tiene impactos significativos en la salud pública. España es parte de la alianza promovida por la Organización Mundial de la Salud, ATACH, para abordar estos desafíos y promover una salud más resiliente. Por ejemplo, en la última década, la Fundación Sanitaria Mollet ha reducido sus emisiones directas en un 85%, a pesar del aumento de la actividad. El 15% restante ha sido compensado a través del programa de compensación voluntaria de la Oficina Catalana de Cambio Climático, siendo un Hospital NetZero en emisiones directas. Además, su proyecto Green Hospital traza una ruta clara hacia el NetZero hasta 2050, con tres etapas: descarbonización total de la actividad para 2030, descarbonización de la cadena de suministro para 2040 y eliminación de emisiones residuales para 2050.