La COP aborda por primera vez los efectos del cambio climático en la salud
Es sorprendente, en palabras del propio secretario general de la ONU, que hasta el día de hoy no se haya tratado en una COP el impacto del cambio climático en la salud. El aumento de la temperatura del planeta se traduce en millones de muertes, la proliferación de enfermedades y tensiona los sistemas sanitarios. En la jornada de hoy se ha abordado cómo actuar para garantizar la salud de las personas que viven en el planeta.
Un informe muestra cómo un número creciente de aseguradoras, bancos e inversores reconocen los riesgos de la inacción y las oportunidades emergentes relacionadas con la adaptación y la resiliencia. Pese a ello, en la COP las negociaciones sobre la financiación en adaptación por el momento se encuentran estancadas, si bien diversos países han anunciado contribuciones al Fondo de Adaptación.
La polémica sobre el apoyo del presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, a los combustibles fósiles ha irrumpido de nuevo en la jornada de hoy, con respuestas claras por parte de los científicos y del propio secretario general de la ONU, António Guterres.
Antes, a primera hora, el exvicepresidente de EEUU y activista Al Gore, ha hablado sobre la situación en la que el mundo se encuentra en términos de emisiones, mostrando que se está lejos de los objetivos, y ha insistido en que se debe abandonar por completo la quema de combustibles fósiles, como también lo refleja el nuevo informe New Insights in Climate Science. También ha indicado que las cantidades destinadas al Fondo de Pérdidas y Daños es insignificante en comparación con las cantidades que se destinan en subvenciones a los combustibles fósiles que causan esos estragos.
Precisamente, hoy también se ha presentado una Carta para animar a la financiación en la prevención de los desastres climáticos, que afectan a un promedio de 189 millones de personas cada año.
Los desastres y los fenómenos climáticos extremos están impactando gravemente en la salud de las personas. Aumentan las enfermedades relacionadas con el clima como el dengue, la malaria y el zika. Y hasta 7 millones de personas mueren al año por culpa de la polución. Es por ello que el primer día temático de la COP28 se ha dedicado a la salud.
Para el propio secretario general de la ONU resulta sorprendente que hasta ahora no se hubiera dedicado un día de la COP a realizar un debate serio sobre la salud, cuando “la crisis climática es una crisis de salud” y "sin duda, es la razón más convincente para tomar medidas climáticas". También lo ha destacado el máximo representante de clima y salud de la Organización Mundial de la Salud (WHO), Diarmid Campbell-Lendrum: “en la COP en realidad se negocia por las vidas de las personas”.
Para Campdell-Lendrum, “tener energía limpia significa salvar vidas. Hablar de cambio climático sin tratar los combustibles fósiles es como hablar de cáncer sin mencionar el tabaco”. Para aquellos que solo razonan no tanto desde la mirada social sino la económica, Campbell-Ledrum ha detallado: debido al gran número de personas afectadas y que tendrán una vida más corta, “la financiación climática no es un coste, es una inversión”, que permitirá disponer de una población con una vida más larga y saludable que, por lo tanto, “será más productiva”.
Esta intrínseca relación entre clima y salud la han hecho patente más de 46.000 profesionales de la salud en una declaración que sigue sumando adhesiones.
Asimismo, 123 países respaldaron ayer la Declaración de los Emiratos Árabes Unidos sobre Clima y Salud, que moviliza 1.000 millones de dólares para la financiación de la salud climática e indica la necesidad de que los gobiernos protejan a las comunidades y preparen los sistemas sanitarios para hacer frente a los impactos relacionados con el clima como el calor extremo, la contaminación atmosférica y las enfermedades infecciosas.
El objetivo de este día dedicado a la salud es que todos los agentes –gobiernos, sector privado, sector financiero- establezcan una hoja de ruta para actuar rápidamente y brindar la asistencia necesaria para garantizar la salud, teniendo en cuenta que cada año se necesitarán entre 2.000 y 4.000 millones de dólares para responder a las necesidades de atención y a la habilitación de las infraestructuras necesarias. En esta línea, durante la jornada se ha tratado sobre cómo apoyar a los países para hacer frente a este reto sanitario, cómo desarrollar metodologías para que puedan hacer frente a la atención requerida, y cómo articular la financiación para poder implementar las medidas necesarias.
Y es que no cabe olvidar tampoco que los desastres climáticos provocan hambrunas que impactan fuertemente en la salud, como ha indicado la directora de Clima y Reducción de Riesgos del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), Gernot Laganda. “Hay que fortalecer a las comunidades locales para que se puedan proveer por sí mismas, para que no dependan de la caridad. Solemos actuar tras un impacto, cuando ya es tarde”. Según Laganda, en 2018 unos 28 millones de personas sufrían hambruna, una cifra que ha aumentado de forma drástica hasta los 67 millones en 2022.
Hasta 70 nuevos países, entre ellos EEUU y Canadá, además de la Unión Europea, se han acogido a la declaración Alianza para la Acción Transformadora del Clima y la Salud (ATACH), presentada el año pasado en Sharm-El-Sheikh para construir sistemas de salud sostenibles y resilientes al clima, y centrada también en la financiación que lo haga posible.
Apoyo a los países en conflicto.
Por otra parte, 70 gobiernos y 39 organizaciones, entre ellas Unicef, han firmado la nueva Declaración sobre Clima, Alivio, Recuperación y Paz. La declaración responde al hecho de que en entornos afectados por conflictos, los fenómenos meteorológicos extremos afectan al triple de personas anualmente en comparación con otros países. No obstante, estos estados reciben hasta 80 veces menos financiamiento climático.
El documento firmado hoy es un compromiso colectivo, respaldado por un paquete inicial de medidas financieras, de programación y soluciones de alianzas, para aumentar la inversión y las acciones para impulsar la resiliencia en países y comunidades afectados por conflictos, que viven en situación de fragilidad o en los que se presentan graves situaciones humanitarias. Presidentes de países del Cuerno de África, área que atraviesa la sequía más grave y de mayor duración de la que se tiene registro, han presentado sus estrategias regionales de seguridad climática.
Estos son los países firmantes:
Albania, Andorra, Angola, Antigua y Barbuda, Argentina, Armenia, Australia, Austria, Azerbaiyán, Bahamas, Bangladesh, Barbados, Bélgica, Bután, Brasil, Brunei Darussalam, Bulgaria, Burkina Faso, Burundi, Camboya, Canadá, Chad, Chile, China, Colombia, Comoras, Costa Rica, Costa de Marfil, Croacia, Cuba, Chipre, Chequia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Guinea Ecuatorial, Estonia, Etiopía, Unión Europea, Fiji, Finlandia, Francia, Gabón, Gambia, Alemania, Grecia (UE), Guatemala, Hungría, Indonesia, Irán, Irak, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Jordania, Kenia, Kiribati, Kuwait, Kirguistán, República Democrática Popular Lao, Letonia, Líbano, Lesoto, Liberia, Lituania, Luxemburgo, Malasia, Malawi, Maldivas, Malta, México, Micronesia, Marruecos, Mónaco, Mongolia, Montenegro, Mozambique, Myanmar, Nauru, Nepal, Nicaragua, Nigeria, Niue, Noruega, Nueva Zelanda, Omán, Países Bajos (UE), Pakistán, Palau, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Perú, Filipinas, Polonia, Portugal, Qatar, República de Corea, República de Moldova, República de Macedonia del Norte, Rumanía, Ruanda, Samoa, Santo Tomé y Príncipe, Serbia, Seychelles, Sierra Leona, Eslovaquia (UE), Eslovenia (UE), Somalia, Sudán del Sur, España, Suecia, Suiza, República Árabe Siria, Tayikistán, Túnez, Turquía, Turkmenistán, Tuvalu, Uganda, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, República Unida de Tanzania, Estados Unidos de América, Rumanía, Turquía, Turkmenistán, Tuvalu, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, República Unida de Tanzania, Estados Unidos de América, Uruguay, Vanuatu, Venezuela, Vietnam, Yemen, Zambia, Zimbabue.
Descargar la declaración.
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