Publicado el lunes 14 de octubre del 2024

A un mes del comienzo de la cumbre, la reunión preparatoria de Bakú genera esperanzas de acciones concretas y avances significativos.

La reunión preparatoria de la próxima cumbre del clima, celebrada la semana pasada en Azerbaiyán, reunió a países y organizaciones internacionales avanzando en temas centrarles de la COP29. De esta manera, en la preCOP29, se contemplaron cuestiones para pasar de los compromisos adquiridos en la COP28 a acciones concretas.

Se abordaron prioridades clave, destacando:

  • La financiación climática, especialmente en lo referente al Nuevo Objetivo Cuantitativo Colectivo (NCQG).
  • Las Contribuciones Nacionales Determinadas o planes nacionales de acción climática, y el apoyo del Fondo Verde para su desarrollo (NDC).
  • La adaptación apoyada por el Fondo de Adaptación (ver aquí).
  • La inclusión de comunidades vulnerables mediante el Fondo de Respuesta a Pérdidas y Daños.
  • La implementación del Artículo 6 del Acuerdo de París sobre un mercado internacional de carbono.

En este contexto, se destacó que la Presidencia de la COP29 ya ha presentado 14 iniciativas para aumentar la ambición de la acción climática.

A pesar de que se reconoce la urgencia de actuar, siguen persistiendo las divergencias entre dos bloques que complican los acuerdos, los países desarrollados y los países en vías de desarrollo. Uno de los temas que más controversias ha generado ha sido el NCQG, que se trató en un diálogo ministerial específico. 

  • Siguen existiendo dificultades sobre la manera de movilizar trillones de dólares para mitigar, adaptar y abordar las pérdidas y daños climáticos. Uno de los puntos clave del debate fue la necesidad de establecer definiciones claras de lo que constituye financiamiento climático. También la transparencia fue destacada como fundamental para mejorar la confianza entre las partes.

  • La escala del financiamiento también ha generado dudas, ya que se coincide en la necesidad de movilizar grandes sumas pero no en la estructura del fondo. Por un lado, los países en vías de desarrollo proponen cifras concretas y, por otro, los países desarrollados no detallan cifras específicas. En cuanto al modelo, los países desarrollados se decantan por un enfoque multilactor, combinando financiamiento público y privado. Sin embargo, los países en desarrollo insisten en la prioridad del financiamiento público y el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas (CBDR). 

  • Aunque se reconoce la importancia y la necesidad de financiar las pérdidas y daños, la falta de menciones claras por parte de algunos países ha generado inquietud sobre su inclusión en el NCQG, sobre todo para las islas y los países menos desarrollados. 

Más información sobre la póstura de la Unión Europea ante la financiación climática: ver enlace.