Publicado el lunes 30 de septiembre del 2024

La Semana del Clima de Nueva York 2024 ha llegado a su fin, pero el impulso generado por los debates y compromisos está lejos de detenerse.

Con 41 días para la COP29 en Baku, Azerbaiyán, el enfoque se centra ahora en convertir las promesas en acciones concretas. Los líderes mundiales, bajo la creciente presión, deben demostrar que están dispuestos a enfrentar los desafíos climáticos y cumplir con sus compromisos para limitar el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.

Se espera que las presidencias de la COP28 y COP29 intensifiquen sus esfuerzos para lograr un acuerdo sobre el nuevo objetivo de financiamiento climático (NCQG)  en la COP29. Aunque la Semana del Clima no haya aportado avances significativos en este aspecto, uno de los temas más candentes fue la necesidad de reestructurar los subsidios a los combustibles fósiles. Las naciones insulares, gravemente afectadas por el cambio climático, alzaron la voz para exigir que se priorice la eliminación de dichos subsidios y se redirijan los fondos hacia la financiación de acciones climáticas efectivas.

Sin embargo, a pesar de la creciente urgencia, las presidencias de la Troika (COP28, COP29 y COP30) han sido criticadas por no presentar compromisos concretos alineados con el objetivo de 1,5°C, a pesar de que deberían liderar con ambición climática. Expertos climáticos han señalado que los compromisos actuales, como los planes de expansión de combustibles fósiles en estos países, están en conflicto con las metas del Acuerdo de París. Esto ha generado un ambiente de incertidumbre sobre si los próximos planes nacionales de acción climática reflejarán la ambición necesaria.

En este contexto geopolítico tenso, la campaña Race to Zero ha sido un faro de progreso durante la Semana del Clima. Este movimiento global, que reúne a más de 14 000 empresas, ciudades y gobiernos comprometidos con alcanzar cero emisiones netas, ha logrado avances significativos. Durante la semana, nuevos miembros se sumaron al compromiso de descarbonización, mientras que actores clave reafirmaron sus metas para acelerar la transición hacia una economía libre de carbono. Los avances incluyen la adopción de metodologías más estrictas para medir la alineación con el límite de 1,5 °C y el aumento de inversiones en energía renovable (ver todos los avances aquí). Estos esfuerzos refuerzan el mensaje de que la transformación es posible si hay una colaboración real entre todos los sectores.

Con los debates y reuniones de la Asamblea General de la ONU todavía frescos, las próximas semanas serán decisivas para la diplomacia climática. El llamado a la acción está claro: los líderes mundiales deben intensificar sus esfuerzos para garantizar que las promesas se conviertan en soluciones efectivas y, sobre todo, que el planeta siga en el camino hacia un futuro climáticamente seguro. Desde AmbiciónCOP, continuaremos monitoreando de cerca los desarrollos en esta recta final hacia la COP29.