Desde que se lanzó en la COP26 de 2021 la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo,que busca implementar la acción climática mediante la colaboración de todos los agentes implicados, ya suma más de 800 firmantes. No ha quedado solo en una declaración: la industria del turismo trabaja de forma intensa para ofrecer herramientas que agilicen la transición y en cómo medir las acciones para poder valorar los resultados.

La Organización Mundial del Turismo ha publicado hoy la Guía de políticas para apoyar la acción climática. En su elaboración han participado 57 ministerios de turismo, que han contribuido a desarrollar un documento que quiere apoyar a los estados en el desarrollo de capacidades para acelerar la acción climática en la actividad turística.

Dos de los principales retos que la industria turística tiene enfrente son:

• Los de recortar las emisiones en colaboración con toda la cadena de valor, en especial las relacionadas con la alimentación.
• Asegurar la adaptación de todas las infraestructuras y actividades a las condiciones climáticas cambiantes, también en los lugares más vulnerables ante el cambio climático.

Recortar las emisiones en el sector turístico es básico para una actividad responsable en la línea del cumplimiento del Acuerdo de París, como ha señalado hoy la directora ejecutiva de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zoritsa Urosevic. Pero para hacerlo posible “es indispensable poder medir el impacto y que las métricas que utilicen sean compatibles con las globales”, ha explicado.

Urosevic ha valorado que la Declaración de Glasgow ha sido incluida en la estrategia de Acción Climática Global de Naciones Unidas, algo que da “le imprime mayor fuerza” para su aplicación. La principal responsable de la OMT ha abierto una jornada en la COP28 en la que se han presentado las mejores prácticas de distintos operadores de la cadena de valor del sector turístico.

Desperdicios que pueden evitarse

“Urge poner en marcha medidas de circularidad en el sector”, según ha incidido la vicepresidenta y directora de sostenibilidad de la empresa familiar Iberostar Hotels & Resorts, Gloria Fluxà. Para la ejecutiva, “un 60% de los desperdicios podrían evitarse”. Su grupo tiene identificados 250 puntos en los que evitar esos desperdicios. En este sentido, Fluxà ha coincidido en que lo primero es poder medir para llevar a cabo actuaciones bien dirigidas.

“Medir y reportar asegura la transparencia, que permitirá que toda a cadena de valor trabajemos juntos, paso a paso, hacia las cero emisiones netas”, ha coincidido la vicepresidenta sénior global de sostenibilidad, seguridad y comunicaciones corporativas, de Radisson Hotel Group, Inge Huijbrechts. El grupo ha llevado a cabo en el último año un plan para nutrirse al 100% de energías renovables en 13 de los 25 mercados en los que opera.

Zonas con mayor impacto

El director de Desarrollo Sostenible del Turismo de la OMT, Dirk Glaesser, ha apuntado hacia la aplicación de enfoques regenerativos para destinos en ubicaciones que sufren el impacto del clima. Las medidas deben contar con un nuevo sistema de financiación que posibilite también aplicar medidas de adaptación en países menos desarrollados. También, el ministro de Medio Ambiente de Uzbekistan,  Aziz Abdukhakimov, ha explicado que su gobierno está invirtiendo en parques eólicos y en soluciones basadas en la naturaleza, en una aproximación holística al recorte de emisiones y la transición energética.

Para garantizar el acceso a la financiación, Drederic Degret, CEO of NOAH ReGen, ha presentado nuevos instrumentos financieros que buscan “empoderar a los inversores en el impulso del crecimiento sostenible, mitigando el mismo tiempo las emisiones de carbono”.

Con iniciativas como esta y otras acciones “hay que facilitar que el sector no solo se adapte para prestar un buen servicio al cliente, ha afirmado el director ejecutivo de Sustainable Hospitality Alliance, Glenn Mandziuk, “sino también para que pueda responder a un mayor propósito, que es garantizar un mejor futuro en el planeta”.