Publicado el viernes 01 de diciembre del 2023

La Cumbre Mundial sobre la Acción Climática reúne a 136 Jefes de Estado y Primeros Ministros en Dubái para tratar de redirigir los esfuerzos para lograr frenar el calentamiento global.


Foto: UNFCCC

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido en la apertura de la cumbre que la industria del petróleo y el gas está invirtiendo solo un 1% en energía limpia, según la Agencia Internacional de la Energía, y ha interpelado de forma directa a sus ejecutivos.

"Tengo un mensaje para los líderes de las empresas de combustibles fósiles: no redoblen su apuesta por un modelo de negocio obsoleto. No se equivoquen, el camino hacia la sostenibilidad climática es también el único camino viable hacia la sostenibilidad económica de sus empresas. Lideren la transición hacia las energías renovables”, les ha dicho Guterres, que ha indicado que la solución en esta industria no pasa por recortar emisiones, sino por dejar de quemar cualquier tipo de combustible fósil.

Guterres también ha instado a los gobiernos, en especial los que integran el G20 -que representan el 80% de las emisiones mundiales-  a ayudar a la industria a “tomar la decisión correcta: regulando, legislando, fijando un precio justo al carbono, poniendo fin a los subsidios a los combustibles fósiles y adoptando un impuesto a las ganancias inesperadas.

El máximo representante de Naciones Unidas ha remarcado que los países desarrollados deben acelerar sus planes para alcanzar las 0 emisiones netas lo más cerca posible de 2040, y los países emergentes en 2050. Pese a estar lejos de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y muy cerca del punto de inflexión que hará difícil revertir la situación, aún es posible “evitar un planeta ardiendo”, al contar con las tecnologías que reviertan “lo peor del caos climático”, algo que solo es factible “si actuamos ahora”. Por ello Guterres ha reclamado a los jefes de estado que se encontraban enfrente suyo "liderazgo, cooperación y voluntad política".

La cumbre se celebra en ausencia de los primeros dirigentes de los principales países emisores de CO₂ y otros gases de efecto invernadero como son China (el presidente Xi Jinping ha delegado en el viceprimer ministro Ding Xuexiang), Estados Unidos (Kamala Harris sustituye a Biden), Canadá y Rusia. 

Lula da Silva, presidente de Brasil, país que acogerá la cumbre en 2030, ha reforzado el mensaje del camino hacia la eliminación de los combustibles fósiles, "que enriquecen a unos pocos" frente al bienestar de la mayoría. Da Silva ha criticado que “se están invirtiendo 2 trillones de dólares en armas que podrían destinarse a las hambrunas y a luchar contra el cambio climático”, y ha remarcado el papel de Brasil en revertir la deforestación de Amazonas. Además de Da Silva, ha tomado la palabra en la apertura de la cumbre el primer ministro de India, Narendra Modi, que ha celebrado la articulación del fondo de pérdidas y daños y el nuevo fondo de financiación que ha realizado Emiratos Árabes Unidos.

El primer día de la cumbre ha girado en torno a la necesidad de redefinir los mecanismos financieros globales para poder dar respuesta a las necesidades económicas que requieren las acciones de mitigación, adaptación y resliencia, además de asistir a los daños causados por el clima, sobre todo en los países del Sur Global.

En este sentido, Emiratos Árabes Unidos ha inaugurado la cumbre anunciando el mayor fondo privado dedicado a la financiación climática, así como un fondo de 200 millones dirigidos al programa AIM Trust para llevar a cabo innovaciones en el campo de la agricultura para desarrollar resliencia y seguridad alimentaria en los países en desarrollo; y otros 200 millones en forma de Derechos Especiales de Giro (DEG) para el Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (RST) del FMI.

Durante el día los líderes de los distintos países han anunciado nuevas contribuciones al fondo de pérdidas y daños. Paralelamente, el sector privado ha reivindicado su papel en el primer Foro sobre el Clima de Empresas y Filantropía, que ha reunido a más de 1.000 líderes del sector privado y más de 200 fundaciones procedentes de 80 países, para alinear el papel de la industria y las finanzas con las hojas de ruta para hacer frente al cambio climático. 

Bajo la batuta de la directora del FMI, Kristalina Gueorguieva, representantes del norte y sur global han intercambiado sus posiciones sobre cómo ebe articularse la nueva estructura de financiación para hacer frente a la emergencia climática.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que ha anunciado la aportación de 100 millones al fondo de pérdidas y daños, ha alertado que este fondo no debe sustituir al papel que ejercen las aseguradoras, y pese a decir que “todos debemos contribuir”, ha afirmado que es preciso destinar esfuerzos a la mitigación para evitar aún más daños. También ha indicado la utilidad de los mercados de carbono, si bien “hay que estar seguros que el capital privado se destina a acciones inteligentes”. Macron ha anunciado la iniciativa Task Force, que impulsa junto con Kenia, que persigue la tasación de las actividades más contaminantes, con nuevos impuestos sobre el transporte marítimo, a aviación, el comercio y la producción de combustibles fósiles, sobre las transacciones financieras y sobre el precio internacional del carbono. “El objetivo es trabajar a nivel de líderes de gobierno para identificar y anunciar antes de la COP30, a finales de 2025, dos o tres  gravámenes o impuestos que tengan un potencial real para asegurar la financiación del clima y el desarrollo sostenible, garantizando al mismo tiempo la justicia y la equidad”, ha afirmado Macron.

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, que ha anunciado una inversión de 2.000 millones de dólares al llamado 'fondo verde del clima' ('Green climate fund') dedicado a la transición climática de las economías emergentes, ha convenido en que hay que reformar las instituciones financieras, pero no sólo para pérdidas y daños, “también para la sostenibilidad de los bosques”, y ha defendido la iniciativa privada y el mercado de créditos de carbono.

Frente a las palabras de Macron y Sunak, Mia Mottley, primera ministra de Barbados, ha reclamado la atención de los pequeños estados insulares y la necesidad de reparación. “Somos países invisibles, hemos visto los incendios en California e inundaciones en Libia, pero nuestra gente no está asegurada”, ha denunciado.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha incidido en que esta reforma debe ir encaminada a eliminar la deuda de los países, para que puedan destinar dinero público a la emergencia climática.

El presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, ha hecho un llamamiento: “La magnitud de las decisiones afectan a muchas personas según sus aciertos”, y ha emplazado a algunos sectores pensar más allá del propio enriquecimiento para “crear un nuevo entorno de prosperidad”.