Publicado el sábado 16 de septiembre del 2023

Los cientifícos nos repiten que el planeta se agota. ¿Qué debemos hacer antes de que sea demasiado tarde?

Tierra

Hablamos mucho de límite planetario. Pero, ¿qué significa?

En 2009, Johan Rockström (en la actualidad, director adjunto del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, miembro del International Science Council y de la Comisión Global de Misiones Científicas para la Sostenibilidad) dirigió un grupo de 28 científicos internacionales para identificar los procesos que regulan la estabilidad y la resiliencia del sistema terrestre.

Propusieron una medida cuantitativa de los límites planetarios dentro de los cuales la humanidad podría seguir desarrollándose y prosperando. Estos respondían a la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto podrá el sistema terrestre absorber las presiones antropogénicas sin comprometer las condiciones de vida de la especie humana?

Los límites planetarios, por tanto, proporcionan un marco cuantitativo y cualitativo riguroso del impacto medioambiental de nuestras sociedades y de la capacidad del ecosistema terrestre para asumirlo. Traspasarlos nos lleva a la insostenibilidad del sistema y exige un cambio en nuestros modos de producción y consumo.

Estos límites son reconocidos y tenidos en cuenta por varias organizaciones y gobiernos como Naciones Unidas o la Unión Europea, aunque, como todo modelo, sean criticables. Así, según los investigadores del Stockholm Resilience Center, "parece más sensato y prudente definir los límites planetarios, ya que los puntos de ruptura son imprevisibles o incluso prácticamente inexistentes en la mayoría de los casos". Adoptando el mismo enfoque del IPCC, utilizan la representación visual denominada "burning embers diagram" (diagrama de brasas ardientes) para representar las transiciones graduales de un riesgo moderado (amarillo) a un riesgo alto (rojo) o muy alto (morado). No obstante, el informe no se focaliza de una manera concisa en el aspecto sistémico de estos límites, sino en los procesos de interacción y cómo las perturbaciones de uno afectan a la regulación y la resiliencia de otros. Por ejemplo, el cambio climático, que tiene una relación directa de causa y efecto con la acidificación de los océanos o con la pérdida de biodiversidad.


El estudio, avalado por 19 autores, evalúa por primera vez todos los límites planetarios, incluyendo la carga de aerosoles atmosféricos. El resultado indica que se han superado varios límites. El límite de la acidificación de los océanos está a punto de superarse, el de la carga de aerosoles se ha rebasado a nivel regional y los niveles de ozono estratosférico se han recuperado ligeramente.

El resto de límites se consideran superados, incorporando el límite del ciclo del agua dulce teniendo en cuenta el agua verde (la proporción de agua procedente de las precipitaciones atmosféricas que es absorbida por las plantas) y el agua azul (la parte del agua procedente de las precipitaciones atmosféricas que fluye por los ríos hasta el mar o se recoge en lagos, acuíferos o embalses).

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Evolución del marco de límites planetarios. Fuente: Stockholm Resilience Center Licencia CC BY-NC-ND 3.0.

Con estos nuevos datos, no nos queda otra opción. Tenemos que afrontar la realidad. No podemos esperar más. Cada día de inacción climática abre una nueva posibilidad para recibir malas noticias.

Es necesario abordar cuestiones fundamentales en el marco de la acción climática como la eliminación progresiva y justa, pero total, de los combustibles fósiles para evitar el aumento de temperatura a final de siglo por encima del 1,5 ºC. Necesitamos asumir plazos basados en la emergencia climática e intentar volver a la zona "segura" cuanto antes. "A la luz de estas desastrosas noticias sobre el cruce de los límites planetarios, debemos asumir nuestra responsabilidad y hacer los cambios necesarios", explica Farhana Sultana, investigadora en justicia climática y una de las coautoras del último informe del IPCC.

Debemos cambiar el modelo de sociedad extractivista basada en el crecimiento sin tener en cuenta los límites planetarios y las personas que sufren las consecuencias, fundamentalmente en los países del Sur Global pero también en las sociedades cada vez más desiguales de los países desarrollados, a un modelo de sociedad baja en emisiones. Con lo que esto implica.

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