Publicado el viernes 08 de septiembre del 2023

¿La Presidencia española de la Unión Europea puede ofrecer resultados tangibles que permitan a los europeos vivir en una Europa más segura, próspera y sostenible?

Desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre, España asume la Presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE), en un periodo de grandes retos para los Estados miembros y la Unión Europea en su conjunto antes de las elecciones del Parlamento Europeo que se celebrarán en junio del próximo año. Bélgica y Hungría ocuparán la presidencia durante 2024, constituyendo un Trío con un programa conjunto de acciones en el que se esbozan las prioridades comunes. Sin embargo, la Presidencia española empezó en un contexto nacional de elecciones y cambios gubernementales que no ha dejado espacio para abordar los desafíos y retos de este cargo. En este artículo examinamos lo que significa la Presidencia española tanto para la UE en su conjunto como para España.

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La Presidencia del Consejo de la UE implica asumir la responsabilidad de liderar y coordinar las actividades del Consejo, es decir del espacio donde los líderes de los países de la UE se reúnen y toman decisiones importantes para la Unión Europea en nombre de todos los países miembros, lo que supone un momento crucial para la toma de decisiones en la UE. Durante este período, España tiene la oportunidad de influir en la agenda política y legislativa de la UE (aunque debe tener una posuture de neutralidad) y liderar la cooperación entre los Estados miembros. Para nuestro país, la Presidencia del Consejo de la UE es una oportunidad para aumentar su visibilidad y su influencia en Europa y en el mundo. Le permite destacar sus prioridades nacionales y promover sus intereses en el escenario internacional. Además, asumir la Presidencia del Consejo de la UE implica una mayor cooperación y coordinación entre el gobierno español y las instituciones europeas, lo que puede llevar a una mayor armonización de políticas y reglamentaciones en áreas clave como la economía, el medio ambiente y la migración.

De hecho, España ha establecido cuatro prioridades para su semestre de Presidencia que presentará oficialmente en su discurso de apertura después de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo del 27 de septiembre: 

  1. Reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta

La Presidencia española trabajará tanto en fomentar el desarrollo de industrias y tecnologías estratégicas, las relaciones comerciales y las cadenas de suministro en Europa, como en proponer una estrategia común para garantizar la seguridad económica y el liderazgo global de la UE de aquí a 2030.  Además, España ya ha dicho en numerosas ocasiones que una de sus prioridades será relanzar las relaciones del club europeo con América Latina con una cumbre UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un encuentro al más alto nivel político que no se celebra desde 2015. La Presidencia española será la "puerta de entrada" de la UE a esta región para estrechar las relaciones sobre temas claves de energías renovables, tecnologías y mercados.

  1. Avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental

La Presidencia española facilitará la transición impulsando una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las energías renovables, reduzca los precios de la electricidad y mejore la estabilidad del sistema en el contexto del "Fit for 55", como el paquete de Gas e Hidrógeno, y los reglamentos de eficiencia energética. 

Recordamos que cumplir con el Acuerdo de París debería ser la prioridad de cada Estado con planes de mitigación y de adaptación. En este contexto la UE permite impulsar una mayor ambición climática por parte del conjunto de la comunidad internacional, evitando que se den pasos atrás. En consecuencia, recae sobre España la responsabilidad de culminar las negociaciones para implementar el Pacto Verde Europeo y acelerar la transición ecológica y la agenda social en España y Europa. Las iniciativas que España promueva durante su presidencia tendrán un impacto duradero en el conjunto de la sociedad europea, y en consecuencia también en la española. Por eso, debe promover que los beneficios de la transición ecológica lleguen a toda la sociedad, con justicia social, equidad intergeneracional e inclusividad. Un mayor protagonismo del pilar social en la acción política y legislativa de la UE contribuirá a una mayor cohesión social y territorial y al fortalecimiento del proyecto común europeo.

  1. Impulsar una mayor justicia social y económica

La Presidencia española abogará por el establecimiento de unos estándares mínimos y comunes de tributación empresarial en todos los Estados Miembros, combatirá la evasión fiscal de las grandes multinacionales, revisará el Marco Financiero Plurianual 2021-2027, y ampliará los derechos de los trabajadores en varios ámbitos y de colectivos vulnerables.

  1. Reforzar la unidad europea

La Presidencia española abogará por una mayor profundización del mercado interior, la culminación de la unión bancaria y la unión de mercados de capitales, una consolidación y mejora de instrumentos comunes como los fondos NextGenerationEU, una gestión más eficaz y coordinada de los procesos de migración y asilo, y por el apoyo coordinado a Ucrania y a otros Estados de nuestro entorno.

A nivel español, la Presidencia española organizará 23 reuniones informales ministeriales en 21 ciudades (Barcelona, Bilbao, Cáceres, Cádiz, Córdoba
Gijón, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, León, Logroño, Madrid, Murcia, Palma de Mallorca, Pamplona, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Toledo, Valencia, Valladolid, Vigo y Zaragoza) para acercar la UE a los ciudadanos españoles, además de la Conferencia de Presidentes del Parlamento, el viaje del Colegio de Comisarios a Madrid y la reunión informal de jefes de Estado o de Gobierno que tendrá lugar en Granada. En paralelo a estas reuniones, se organizarán otras de nivel inferior y actividades culturales en todo el país, con lo que se esperan más de 400 eventos en torno a la Presidencia.

Ciertamente, con los cuatro objetivos de la Presidencia Española en mente, es evidente que la acción climática debe ocupar un lugar central en la agenda. La transición ecológica y la adaptación medioambiental son componentes clave de estos objetivos, pero también están intrínsecamente vinculados a la reindustrialización de la UE, la justicia social y económica, así como la unidad europea. La acción climática es un hilo conductor que conecta los cuatro objetivos de la Presidencia Española del Consejo de la UE. Al situar el clima en el centro de estas metas, España puede desempeñar un papel crucial en la construcción de un futuro más sostenible, justo y unido para Europa.

Los días 7 y 8 de septiembre en Madrid se reúnen los directores generales de Medio Ambiente de la UE que deben establecer las prioridades medioambientales en la agenda política, por lo cual desde este momento quedamos atentos a los próximos avances de España en su Presidencia del Consejo de la UE.