Publicado el miércoles 01 de marzo del 2023

¿Tienes en tu bandeja de entrada documentos, fotos, mails que ya has visto pero no has borrado? Esa basura digital está emtiendo CO2.

Todos recordamos, incluso tenemos una frase fijada, en la firma de los correos electrónicos: "Cuidemos el Medio Ambiente, por favor,no imprima este correo electrónico si no es necesario". La realidad es que cada vez imprimimos menos. Pero, en muchos casos, no borramos los correos recibidos, y menos los envíados. 

Reviso el timeline de mi correo electrónico. Más de 50.000 mails en la bandeja de entrada, más de 200 toneladas de CO2.  Más de 100 trayectos ida y vuelta entre la T4 de Madrid y el aeropuerto Joge Chavez de Lima. 

Y esto, ¿Por qué ocurre? Teniendo en cuenta los datos del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster, la huella de CO2 de un correo electrónico es de 4 gramos. Si contiene archivos adjuntos de 1 MB por ejemplo, la cifra asciende a 19 gramos de CO2 y, si además ese adjunto se reenvía o archiva, la huella de carbono estaría alrededor de los 50 gramos.

Se estima que en el mundo se envían alrededor de 100,000 millones de whatsapp al día. O que, solo en España, se almacenan más de 30.000 millones de fotografías en los teléfonos móviles. Y que una persona produce cada año alrededor de 135 kg de CO2 solo con su correo electrónico.

¿Por qué contaminan los correos electrónicos? 

Teniendo en cuenta los conjuntos de datos que se envían a través de internet, cada vez que enviamos un correo que pesa 1.500 bytes o menos, este conjunto recorre un  camino entre con paradas intermedias: ordenador-rúter wifi-proveedor de internet-destinatario. Y en cada parada el conjunto de datos debe pasar por un servidor. Cuantos más datos tiene el correo electrónico, más conjuntos de datos tienen que realizar el recorrido. Y se genera un uso mayor de servidores.

Los servidores deben mantenerse alimentados, conectados a internet y a bajas temperaturas, lo cual implica un gran consumo de electricidad. Se estima, teniendo en cuenta un estudio publicado en la revista Science, que los centros de datos a nivel mundial consumen anualmente el equivalente al 1% del consumo eléctrico mundial.

¿Qué podemos hacer?

Reducir la huella de carbono de nuestro correo electrónico pasa por acciones sencillas:. Estas son algunas de las cosas que puedes hacer:

  • Evitar correos de más, solo para dar las gracias, dar un ok  o decir "recibido".
  • Limpiar el buzón periódicamente, tanto el de entrada como la bandeja de "spam", "promociones" o la de "eliminados".
  • Eliminar la imagen del logo u otras imágenes innecesarias. Sustituirlas por un enlace a una web con más información para el que quiere tenerla.
  • Evitar los "CC" (poner en copia) innecesarios o abusar del "responder a todos".
  • Poner filtros para el "spam".
  • Dar de baja las suscripciones a "newsletters" que no abres nunca. 

La frase fijada en la firma de nuestro correo electrónico hoy debería decir: "Actuemos frente al cambio climático, por favor, no guardes este correo electrónico si no es necesario".