Publicado el jueves 12 de diciembre del 2024

Un vistazo a cómo los actores fósiles moldean la narrativa climática global.

En la COP29, celebrada en Bakú, la influencia de las empresas y las asociaciones industriales relacionadas con los combustibles fósiles se mantuvo tan fuerte como en ediciones anteriores (ver enlace a noticia).

Presencia destacada de actores fósiles en la COP29.

Según el análisis de InfluenceMap, más de 40 entidades y 1.700 personas vinculadas a los combustibles fósiles participaron en la conferencia, algunas como invitadas del país anfitrión. Entre los asistentes destacados estuvieron empresas como Saudi Aramco, BP, ExxonMobil, Total Energies y asociaciones como la American Petroleum Institute y el Instituto Brasileiro de Petróleo e Gás, cuyas actividades recientes de expansión y nuevos proyectos evidencian una contradicción con los objetivos climáticos globales.

Narrativas predominantes de la industria de los combustibles fósiles.

Como parte de su Plataforma de Responsabilidad Corporativa para la COP29, InfluenceMap rastreó y verificó las narrativas más frecuentemente utilizadas por la industria de los combustibles fósiles desde la conclusión de la COP28. Identificaron más de 2.400 instancias en las que más de 100 compañías y asociaciones industriales promovieron narrativas contrarias a la transición energética, a pesar de su apoyo público a objetivos de neutralidad climática. 

InfluenceMap clasifica esta narrativas en tres grandes categorías:

  • Escepticismo sobre las soluciones: Esta narrativa minimiza las alternativas energéticas o amplifica los retos percibidos de la transición hacia las energías renovables. Por ejemplo, presentando al gas como “limpio” o “bajo en carbono” y enfatizando las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la generación de energías renovables.

    Sin embargo, en su informe sobre mitigación, el IPCC afirma que "con el aumento de la electrificación, la diversificación y la resistencia pueden contribuir a la seguridad del suministro a medida que se retiran los combustibles fósiles de la combinación energética."

  • Neutralidad tecnológica: Esta narrativa promueve la inclusión de tecnologías dependientes de combustibles fósiles en discusiones orientadas a reducir su uso. Abogan por un enfoque “tecnológicamente neutral” bajo conceptos de combinación energética y soberanía nacional, lo que diluye la importancia central de reducir los combustibles fósiles.

    En su informe sobre adaptación y vulnerabilidad, el IPCC destaca que "los cambios tecnológicos e institucionales transformadores a corto plazo incluyen la reducción de la demanda mediante la eficiencia y la reducción de la actividad, la rápida descarbonización del sector eléctrico y la electrificación con bajas emisiones de carbono de los edificios, la industria y el transporte."

  • Seguridad energética y asequibilidad: Argumentos que afirman que la transición lejos de los combustibles fósiles amenaza la seguridad energética, la asequibilidad o la estabilidad económica. Este discurso también resalta los beneficios económicos asociados al desarrollo y uso de combustibles fósiles sin mencionar los costes ambientales y sanitarios asociados.

    En el mismo informe, el IPCC afirma que "invertir en recursos energéticos renovables en lugar de depender de la combustión de combustibles fósiles supondría un importante paso adelante para la salud de la población africana."

Riesgos para el Acuerdo de París.

A pesar de que muchas de estas empresas declaran apoyar objetivos como la neutralidad climática para 2050, sus acciones concretas evidencian un respaldo continuo al desarrollo de combustibles fósiles y una oposición activa a las políticas necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Al mismo tiempo, 425 bombas climáticas amenazan con acelerar los peocesos climáticos, según la investigación de Kjell Kühne. Si estos yacimientos se explotan por completo, podrían liberar aproximadamente 1.180 gigatoneladas de CO2eq, lo que equivale a dos veces el presupuesto de carbono fijado por el Acuerdo de París.

Así, el caso de la COP29 reafirma la necesidad urgente de avanzar en la rendición de cuentas de los actores privados y de fortalecer los mecanismos que limiten la influencia de los intereses fósiles en las negociaciones internacionales. Sin estas medidas, el riesgo de retrocesos y bloqueos al progreso climático continuará siendo elevado.