Publicado el viernes 08 de noviembre del 2024

Las catástrofes climáticas que han afectado a todos los países en este último año son una clara señal de alarma sobre la necesidad de acelerar nuestra transición energética.

Es fundamental recordar que los combustibles fósiles son responsables de aproximadamente el 90% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO₂) asociadas a actividades humanas. Para respetar el límite de 1,5ºC de calentamiento a final de siglo por encima de los niveles preindustriales, es imperativo abandonar las economías basadas en la producción y el uso de combustibles fósiles. Pero, por ahora, no se presiona lo suficiente a los grandes contaminadores para que cambien sus modelos.

Un supuesto acuerdo histórico en la COP28

En la COP28 celebrada en Dubái, el presidente de la conferencia, Sultán Al Jaber, calificó de "histórico" el acuerdo alcanzado, que por primera vez incluye en el texto la necesidad de abordar los combustibles fósiles con metas clave como:

  • Transición Energética: Hacer una transición que abandone los combustibles fósiles de manera justa y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica para lograr cero emisiones netas para 2050.
  • Eliminación de Subsidios: Eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles, que no abordan la pobreza energética ni las transiciones justas.

Una COP más en un país petrolero como Azerbaiyán

La elección de Azerbaiyán como anfitrión de la COP29 ha suscitado críticas debido a su intensa dependencia de los combustibles fósiles, sumándose a las presidencias de la COP28 y COP30, que también tienen economías basadas en estos recursos. Esta situación plantea interrogantes sobre el compromiso real de estos países con la transición energética.

A pesar de las críticas, la presidencia de la COP29 ha intentado demostrar su ambición con la transición hacia energías renovables con varias iniciativas.

El informe de Oil Change: una realidad preocupante

No obstante, un informe de Oil Change revela que los planes de expansión de los países de la Troika están destinados a aumentar su producción de petróleo y gas en un 32% para 2035 con respecto a los niveles de 2023.

  • Por países, el aumento previsto de producción hasta 2035 es del 36% para Brasil, 34% para los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y 14% para Azerbaiyán.
  • Los EAU y Brasil ocupan el primer y tercer lugar del mundo, respectivamente, en términos de expansión, aprobados desde el acuerdo de la COP28 de abandonar los combustibles fósiles.
  • En conjunto, los países de la Troika representan casi un tercio de la contaminación comprometida por los nuevos yacimientos de petróleo y gas aprobados hasta ahora en 2024.

El papel de los grandes contaminadores

La influencia de las grandes empresas de combustibles fósiles en las conversaciones climáticas es alarmante. 

En los últimos 20 años, estos actores han asistido a las negociaciones climáticas dirigidas por la ONU más de 7.200 veces y en 2023, ejecutivos de ExxonMobil, BP y Eni asistieron a la COP con "insignias" de la Unión Europea. Además, un análisis de la campaña Kick Big Polluters Out reveló que la Comisión Europea y sus Estados miembros trajeron más de 130 lobistas de combustibles fósiles a la COP28, sumando a un total de 2.456 lobistas de la industria de los combustibles fósiles.

La urgencia de liderazgo

Es importante incluir a todos los sectores en el diálogo, los grandes contaminadores también. Pero es crucial definir el rol que estos deben jugar en las negociaciones y evitar que su influencia ralentice el progreso.  Se firman declaraciones, se lanzan llamamientos, e incluso algunos países han asumido compromisos de eliminación progresiva, como los 14 países que han respaldado el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. Sin embargo, estos esfuerzos, aunque significativos, siguen siendo insuficientes.