Publicado el jueves 21 de noviembre del 2024

La Declaración de la Naturaleza pide en la COP que se le destinen recursos como parte de la solución climática.

Salvar a la naturaleza frente a la emergencia climática, y con ella a la humanidad, requiere de financiación. Aprovechando la conmemoración del día de la naturaleza, un grupo global de más de 80 ONG, coaliciones empresariales, empresas, organizaciones de pueblos indígenas y profesionales ha lanzado la "Declaración sobre la Naturaleza de la COP29" pidiendo a las Partes de la CMNUCC que reconozcan y financien adecuadamente el papel de la naturaleza para abordar la crisis climática.

La declaración, coordinada en solo 48 horas por Nature4Climate, una coalición de 28 organizaciones internacionales, enfatiza la necesidad de que los países implementen un nuevo objetivo colectivo cuantificado (NCQG) ambicioso y viable sobre financiamiento climático, que reconozca que los ecosistemas saludables son una solución climática rentable que necesita urgentemente financiamiento específico (ver enlace).

Fuente: Reivindicaciones de movimientos sociales en la COP29. Equipo AmbiciónCOP.

La Troika de las Presidencias de la COP28, de la COP29 y de la COP30, en colaboración con Bolivia, ha anunciado un nuevo llamamiento a la acción para la región amazónica. Esta iniciativa se alinea con el Global Stocktake y el límite de 1,5°C, basándose en el Acuerdo de Belém entre los países amazónicos.

Centrada en el "pulmón del planeta", la Amazonía, su objetivo es impulsar tanto la mitigación como la adaptación, abordando al mismo tiempo retos críticos como la deforestación. Según las firmantes, lo que distingue a esta convocatoria es su enfoque integrador, inspirado en el modelo boliviano de gestión de recursos Madre Tierra.

Fuente: Presentación de la iniciativa en la COP29. Equipo AmbiciónCOP.

Este marco da prioridad a la participación activa de las comunidades indígenas y rurales y va más allá de los mercados de carbono tradicionales. Brasil destacó la reducción del 45% de la deforestación, lograda gracias al refuerzo de las medidas políticas. Del mismo modo, otros países compartieron experiencias y afirmaron su compromiso de implantar sistemas que protejan la biodiversidad, garanticen un reparto equitativo de los beneficios y apoyen a las poblaciones locales.

El mecanismo proporcionará una importante financiación inicial, así como subvenciones posteriores a la financiación, con un presupuesto inicial superior a 51 millones de dólares y un objetivo de 300 millones de dólares para 2030. La “Tropical Forest Forever Facility”, creada para esto, se destacó como un modelo de financiación más predecible en comparación con el “Amazon Fund”, que hace hincapié en la reducción de la deforestación.

Se comunicará hacia otros países y pondrá en marcha una fase piloto en Bolivia antes del lanzamiento oficial para la COP30 en Belém.

Destacamos también el evento realizado por la Presidencia de la COP29 presentando la Iniciativa del Trío de Río , que se lanzó en la Semana del Clima de Nueva York en septiembre y tiene como objetivo alinear el trabajo de las presidencias entrantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de Azerbaiyán, el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) de Colombia y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) de Arabia Saudita.

La iniciativa se centrará en simplificar la presentación de informes de datos, métricas e indicadores compartidos sobre el clima, la biodiversidad y la degradación de las tierras, con el apoyo del PNUMA. Varios países reiteraron la importancia de construir la cooperación entre las tres Convenciones de Río para generar sinergias entre el clima y la biodiversidad.

Las comunidades indígenas piden no ser idealizadas.

Los pueblos indígenas poseen conocimiento y garantizan la conexión entre los seres humanos y la naturaleza. Así se ha puesto de manifiesto en los eventos de alto nivel de hoy, en los que se ha reconocido el logro este año en la COP16, en Cali (Colombia), que ha marcado un punto de inflexión en el reconocimiento y el fomento de las sinergias entre la biodiversidad y el cambio climático, mediante el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

En Cali se alcanzó un acuerdo histórico con la creación de un estatuto que otorga mayor reconocimiento y protección a las comunidades indígenas, reafirmando su papel esencial en la conservación de los ecosistemas. Además, se adoptaron disposiciones para reconocer a las comunidades afrodescendientes y establecer un fondo multilateral para compartir los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos con los países en desarrollo.

En la COP de hoy, las conversaciones se han centrado en un principio clave: la inseparabilidad de las personas y la naturaleza. Se ha reconocido ampliamente que la conservación de los ecosistemas es inseparable del bienestar de las comunidades, y que la supervivencia de la especie humana depende de la salud del planeta.

Sin embargo, los representantes de las comunidades indígenas han instado a un cambio de perspectiva: dejar de idealizar sus culturas. Por el contrario, han insistido en que lo que hay que hacer es afrontar sus retos actuales: la necesidad de centrarse en su soberanía y en su lucha por la supervivencia.

Un representante de Niue ha expresado apasionadamente su frustración: "Venimos a todas estas cumbres. ¿Dónde más podemos ir? ¿Necesitamos ir a la Luna para conseguir un compromiso? Los números están muy bien, pero si no nos llegan, no tienen sentido. Tenemos que hacer mucho más. Si no, ¿qué sentido tiene venir a la COP? Dejen de hablar; necesitamos resultados".

La COP16, a pesar de sus promesas, no consiguió arrancar compromisos financieros sólidos y los retrasos y la resistencia de algunos países a aumentar la ayuda multilateral al desarrollo acabaron por bloquear un acuerdo financiero definitivo. Queda la esperanza de que la conexión entre la COP16 y la COP29 no se vea definida por las mismas deficiencias en la financiación.

 

Fuente: Manuel Pulgar-Vidal, Líder de Clima y Energía para la WWF Internacional. Equipo AmbiciónCOP.

El vital papel del océano frente a la emergencia climática.

El océano absorbe entre un 25% y un 30% de las emisiones de CO2 de origen humano y el 90% del calor generado por las emisiones antropogénicas. Es por ello fundamental para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático. En los últimos años se están impulsando soluciones climáticas, también desde el  sector privado, basadas en el océano para poder mantener el objetivo crucial de 1,5 °C al alcance. La COP29 ha reconocido la importancia del océano para el equilibrio del planeta y ha lanzado la COP29 Baku Ocean Declaration (ver enlace).

La declaración incide en la necesidad de:

  • Ampliar la colaboración internacional basada en investigaciones éticas y transparentes es esencial para realizar inversiones eficaces y coordinadas y compartir equitativamente los conocimientos, los recursos y la experiencia.
  • Mejorar la financiación pública y privada para ampliar y diversificar el apoyo a la observación, la investigación y la innovación de los océanos a largo plazo para la toma de decisiones.
  • Desarrollar capacidades y acceso de los científicos, investigadores, comunidades y responsables de la formulación de políticas, en particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo.
  • Mejorar la conciencia sobre el papel del océano en los sistemas planetarios para aumentar la comprensión y la apreciación del público sobre la importancia del océano y la necesidad de su preservación.  

Fuente: Océano Pacífico en Costa Rica. Equipo AmbiciónCOP.

La gestión del agua frente al reto climático.

El acceso a agua salubre constituye uno de los grandes problemas de la emergencia climática. Asimismo, el 70% del agua dulce mundial se emplea en la agricultura, y su falta marcará la producción futura de los alimentos. El avance del cambio climático obliga a prepararse para que el mundo pueda ganar resiliencia. Son necesarios recursos, creación de capacidades, innovaciones.

La Presidencia de la COP29, que ha lanzado hoy el Diálogo de Bakú sobre el agua para la acción climática (ver enlace), que pone el foco en la múltiple dimensión de este recurso natural fundamental, ha reconocido tres iniciativas mundiales procedentes de la sociedad civil:

  • The Freshwater challenge, una iniciativa dirigida a conservar los ecosistemas que propone la recuperación de 300.000 km de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales degradados para 2030.
  • COP28 Water Resilient Food Systems Partnership, una asociación para apoyar la integración de la gestión de los sistemas hídricos y alimentarios antes de la COP30 apoyando a países en desarrollo y a los agentes no estatales para que cumplan sus compromisos. 
  • Building Water-Resilient Cities. Liderada por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) en colaboración con R-Cities y otros socios globales,se enfoca a identificar los choques y tensiones que amenazan los sistemas hídricos de sus ciudades para trazar soluciones resilientes. Ha presentado un informe que muestra como ciudades y gobiernos trabajan para alcanzar el Objetivo Global de Adaptación.

Hoy también 27 países han firmado la COP29 Declaration on GHG-emission pricing of food, una declaración que han enviadon a los países de la OCDE y China para instarles a que comiencen a fijar precios de las emisiones de gases de efecto invernadero en sus sistemas agroalimentarios. Esto conduciría a una reducción de hasta el 3% de sus emisiones nacionales, mientras que al menos el 20% de los ingresos por la fijación de precios se podría utilizar para la financiación climática del Fondo de Pérdidas y Daños.

La Declaración está firmada por seis países africanos, encabezados por Nigeria. La Declaración también está firmada por SPREP, que representa a 21 pequeños estados insulares en desarrollo del Pacífico. Las naciones africanas representan más del 30% de todos los ciudadanos de África. La propuesta podría generar entre 40 y 186 mil millones de dólares por año. (ver enlace).