Publicado el martes 12 de noviembre del 2024

La COP29 busca llegar a su clausura con resultados claros en financiación climática. Para ello hoy ha apelado a los países del G20.

Al tiempo, ha lanzado diversos mensajes para involucrar de lleno al sector privado en la transición. Es notable el cambio de vocabulario que ha realizado la CMNUCC para dirigirse a los países ricos, a los mercados y a las empresas. Se habla de llevar a cabo inversiones (en vez de destinar fondos) que evitarán costes mayores en el futuro, y de “asegurar toda la cadena de valor”, ya que la economía global está interconectada y los intereses de los países más desarrollados y de sus empresas se encuentran también ubicados en otros países en desarrollo, que igualmente deben proteger.

En la misma línea, invertir en el bienestar de toda la población puede evitar las olas de desplazamientos motivadas por los desastres climáticos y las hambrunas, que se unen al efecto también producido por los conflictos bélicos. Estos movimientos conducen a un aumento de las tensiones en los países ricos, donde ya se está produciendo un auge de la extrema derecha. Tres cuartas partes de los 120 millones de desplazados viven en zonas frágiles al cambio climático, lo que motiva a su vez nuevos desplazamientos, según un informe que ACNUR ha presentado hoy Bakú (ver enlace).

El acuerdo anunciado el primer día de la cumbre sobre la definición de los mecanismos que apoyan el funcionamiento de los mercados de carbono evitando el lavado verde (el artículo 6.4 del Acuerdo de París), así como una declaración de los bancos de desarrollo, quiere facilitar que los fondos fluyan con más agilidad y transparencia, sobre todo hacia las economías en desarrollo, para implementar la acción climática. Esta es la señal clara hacia los mercados que la cumbre buscaba enviar tan solo empezar.

En este contexto, el secretario general de NN.UU., António Guterres, ha hecho un llamamiento a los líderes políticos en el que ha pedido explícitamente el liderazgo del G20, que se reunirá la semana próxima. Son “los mayores emisores, con las mayores capacidades y responsabilidades”, ha afirmado.

La ONU remite a la “cooperación global” como la única vía para dar respuesta a la grave emergencia climática. No obstante, en las negociaciones para establecer un objetivo cuantitativo de financiación, se ha abordado un aspecto importante: ¿cómo hacerlo cuando hay países cuya contribuición debería ser destacada -en relación a EE.UU.-que pueden salir del acuerdo de París?

 

Fuente: Equipo AmbiciónCOP."

Planes para atraer inversión.

Guterres ha recordado que los países deben presentar sus planes climáticos nacionales (NDC) en 2025 en línea para lograr reducir un 9% anualmente las emisiones globales y alcanzar la disminución del 43% en 2030 respecto a 2019, necesaria para mantener el 1,5º vivo.

La fórmula acordada en la COP28 pasa por triplicar la capacidad de energías renovables, duplicar la eficiencia energética, detener la deforestación y reducir la producción y el consumo global de combustibles fósiles un 30% para 2030. Los planes nacionales, que ha considerado esenciales para atraer inversión, “deben cubrir todas las emisiones y toda la economía”. Y también deben incluir las acciones para la adaptación al cambio climático, y evitar pérdida de vidas y destrucción.

En este punto Guterres ha reclamado a los países desarrollados duplicar la financiación para la adaptación hasta, por lo menos, 40.000 millones de dólares al año para 2025, en un escenario en el que la brecha entre las necesidades de adaptación y los recursos destinados se está agrandando cada vez más. “Podría alcanzar hasta 359.000 millones de dólares al año para 2030”, ha cifrado.

En el segundo día de la cumbre se ha escenificado la firma de los documentos que ponen en funcionamiento operativo el Fondo de Pérdidas y Daños, que empezará a financiar proyectos en 2025, con Ibrahima Cheikh Diong como su primer director ejecutivo independiente para los próximos cuatro años, después de que el Banco Mundial detentara el puesto de forma provisional. La sede del fondo se ubica en Filipinas.

Durante el acto, Suecia ha anunciado que contribuirá con 19 millones de dólares al fondo, cuya cuantía se situaba hasta este martes en los 702 millones de dólares, a la espera de que los países realicen más aportaciones, para agrandar una cifra que se considera del todo insuficiente (ver enlace para ver las contribuciones).

Fuente: Equipo AmbiciónCOP.

Reformulación de los bancos de desarrollo.

Guterres ha avanzado que en la COP puede haber acuerdo para dar a los Bancos de Desarrollo una mayor capacidad financiera y de préstamo y una reformulación en su modelo para que puedan impulsar nuevas iniciativas. “Los recursos disponibles pueden parecer insuficientes. Pero pueden multiplicarse con un cambio significativo en la forma en que funciona el sistema multilateral”, ha afirmado. “La financiación climática no es caridad, es una inversión”, ha subrayado, tal y como ya lo hizo el día antes el secretario ejecutivo de la Convención, Simon Stiell.

Hoy mismo, un grupo de destacados bancos multilaterales de desarrollo (BMD) ha estimado que su financiamiento climático colectivo anual de aquí a 2025 habrá aumentado un 25% respecto a las previsiones realizadas en 2019. Sus nuevas perspectivas indican que hasta 2030 destinarán a los países de ingresos bajos y medianos 120.000 millones de dólares anuales, incluyendo 42.000 millones de dólares para adaptación. Los bancos han lanzado una declaración destacando el apoyo financiero y otras medidas para que los países logren resultados climáticos ambiciosos. (ver enlace). "Los BMD estamos enfocados en amplificar nuestro efecto catalizador mejorando los resultados e impacto de nuestro financiamiento, profundizando el compromiso con los países a través de plataformas, apoyando las ambiciones climáticas de nuestros clientes y aumentando la movilización del sector privado”, indica la declaración.

Para los países de altos ingresos, el financiamiento climático colectivo anual proyectado llegará a 50.000 millones de dólares en 2030, incluyendo 7.000 millones para adaptación, con una movilización adicional de 65.000 millones de dólares del sector privado.

No obstante, el grupo de expertos de alto nivel indica que los bancos deben triplicar su financiación global hasta los 480.000 millones anuales sin afectar a sus ratings.