20 días antes de la COP28, el Comité de Transición finaliza sus recomendaciones sobre el Fondo de Pérdidas y Daños
El marco de aplicación para Pérdidas y Daños, consolidado durante la reciente reunión del Comité de Transición (TC5), se presentará a los delegados de la COP28.
El término "pérdidas y daños" se refiere a los impactos y daños adversos, ya sean económicos, sociales, culturales o medioambientales, causados por los efectos del cambio climático. Este término engloba las pérdidas irreversibles o irreparables sufridas por comunidades, ecosistemas y economías debido a fenómenos relacionados con el clima, como condiciones meteorológicas extremas, subida del nivel del mar y otros cambios medioambientales. Su reconocimiento es un reto para los países en desarrollo que sostienen desde hace tiempo que los países industrializados, responsables de una parte sustancial de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero, deberían asumir la responsabilidad financiera por la destrucción causada.
Los 24 miembros del TC5 se reunieron en Abu Dhabi concluyendo con la elaboración de un fondo internacional destinado a ayudar a los países afectados por el cambio climático, un elemento esencial de cara a la COP28. Se marcan las directrices operativas del fondo, especificando los beneficiarios de la ayuda financiera y las entidades responsables de las contribuciones.
El acuerdo final exige "contribuciones financieras", y se espera que las naciones desarrolladas encabecen la provisión de recursos financieros para poner en marcha las operaciones del fondo. Se designa al Banco Mundial como sede temporal del fondo por un periodo de cuatro años, a pesar de los recelos iniciales de los países en desarrollo sobre la idoneidad de la institución debido a la preocupación por su compromiso con la acción climática.
Una disposición esencial del acuerdo, presionada por Estados Unidos, hace que los pagos sean voluntarios, argumentando que las naciones ricas no tienen la carga obligatoria de compensar las pérdidas y daños en virtud del Acuerdo de París. En consecuencia, el acuerdo permite la opción de que grandes contaminadores se abstengan de contribuir al fondo. Han surgido críticas por parte de varios países en desarrollo y defensores de la justicia climática, citando la ausencia de objetivos financieros concretos y el fracaso a la hora de esbozar las obligaciones claras de las naciones desarrolladas.
Las comunidades afectadas del Sur Global podrían alcanzar los billones de dólares anuales a finales de la década actual. La falta de confianza de los países en desarrollo se debe a un historial de compromisos financieros incumplidos, incluida la promesa incumplida en 2009 de aportar 100.000 millones de dólares anuales para 2020.
Las recientes deliberaciones y decisiones sobre el marco de aplicación del Programa de Pérdidas y Daños ponen de relieve el intrincado equilibrio necesario en la distribución de los esfuerzos de acción climática en varios frentes: Pérdidas y Daños, Adaptación y Mitigación. Estos tres pilares de la acción climática están estrechamente interconectados, y cada uno de ellos desempeña un papel crucial a la hora de abordar los polifacéticos retos que plantea el cambio climático mundial.
La interconexión entre estas tres facetas se hace evidente cuando se considera su impacto colectivo a la hora de abordar los complejos retos del cambio climático. Mientras que las pérdidas y los daños se centran en las consecuencias de las catástrofes relacionadas con el clima, la adaptación trabaja para aumentar la resiliencia y evitar esas pérdidas, y la mitigación trata de reducir la probabilidad de futuras catástrofes abordando las causas profundas del cambio climático.
Es importante que la comunidad mundial reconozca la dependencia mutua de estos pilares y garantice una distribución equitativa de los recursos y esfuerzos entre ellos. Descuidar cualquiera de estos aspectos podría conducir a una respuesta incompleta a los retos que plantea el cambio climático.
Ahora que las recomendaciones del Comité están en manos de los líderes y negociadores mundiales, todas las miradas están puestas en la próxima COP28, que comenzará el 30 de noviembre en Dubái. Se espera que esta conferencia crucial arroje luz sobre la futura dirección de los esfuerzos mundiales para mitigar las pérdidas y los daños relacionados con el clima, la adaptación y la justicia climática en general.
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