Publicado el viernes 27 de octubre del 2023

La RCOY presenta sus propuestas para acelerar la acción climática en América Latina.

La Conferencia Regional de Jóvenes para América Latina y el Caribe (RCOY por sus siglas en inglés) ha presentado en la Semana del Clima de América Latina y el Caribe el resultado de un trabajo de reflexión sobre los mecanismos que tiene la juventud para pedir más ambición climática. Conformada por más de 200 organizaciones juveniles, la conferencia ha desarrollado un proceso intenso para "pasar de la protesta a la propuesta".

Los jóvenes se organizan a nivel mundial, y también en América Latina, para acelerar la acción climática. Una acción climática que necesita también tener en cuenta planteamientos que no están tradicionalmente representados en la negociación de las políticas nacionales, regionales e internacionales. Y estructuran sus demandas para tener mayor capacidad de interlocución en el marco de la agenda global.

Una agenda global que en ocasiones es repetitiva, lenta y poco focalizada en la implementación. Lo que genera dudas sobre el objetivo de ambición del grado y medio.

Esta situación invita a los jóvenes, además de a pedir que se escuchen sus demandas y tener un rol en la negociación, a proponer medidas concretas para acelerar la acción climática involucrándose en la implementación de sus propuestas. En este contexto, existe una oportunidad para la colaboración público privada y la construcción de mecanismos de cooperación intergeneracional. Y focalizados en la implementación de medidas concretas de mitigación y adaptación frente al cambio climático. 

Aprovechando la organización de un evento con la CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe en la ciudad de Panamá hemos entrevistado a Jhoana Cifuentes, Directora Ejecutiva de Climalab Colombia, y coordinadora de RCOY América Latina.

La actividad se enmarca en el proceso de construcción de la Nueva Agenda de Juventudes de la Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica (OIJ), que apoya el proceso de incidencia de RCOY en la COP28, y que cuenta con la facilitación de ECODES a través de su iniciativa AmbiciónCOP.

¿Cómo os preparáis para la COP28?

Como juventud latinoamericana vemos importante poder incidir dentro de los equipos nacionales de nuestros países e instar a los ministerios de ambiente a construir visiones regionales que posicionen a América Latina y el Caribe como líder en las negociaciones internacionales de cambio climático. Desde las diferentes organizaciones vinculadas a la RCOY, y del equipo regional, se está trabajando en una agenda de trabajo que incorpore tanto intereses vinculados con las realidades de los propios países de los que hacemos parte como aquellos identificados a nivel regional en el marco del trabajo de construcción de la declaratoria.  

¿Tenéis ya una línea de acción para Dubái? 

La construcción de la declaratoria juvenil de la RCOY LATAM 2023 contó con un proceso de capacitación, revisión documental y construcción que involucró la participación de cientos de jóvenes durante más de cuatro meses y cuyo trabajo se enfocó en cuatro ejes temáticos (Pérdidas y Daños; Biodiversidad; Finanzas Climáticas; y Transición Energética Justa) sumando unas 10.000 horas de trabajo.

La participación del equipo de la RCOY LATAM en Dubái buscará la incorporación de algunos de los insumos y hallazgos sobre estos temas, tanto en los espacios de discusión de la COY18 y COP28 como en las mismas negociaciones, apoyándose principalmente en los diálogos con las delegaciones de los países de la Región presentes en la cumbre. 

¿Cuáles son vuestras necesidades? 

Aún hay muchos retos para que las juventudes se involucren, especialmente porque siguen existiendo barreras de acceso a espacios de toma de decisiones. Ya sea porque no involucran una apertura a las diversas voces, especialmente de quiénes están en la primera línea de afectación de la crisis climática, lo cual se suma a las oportunidades de financiamiento, que son limitadas.

Las juventudes demandan acciones urgentes. Pero además, plantean propuestas y recomendaciones argumentadas que los gobiernos podrían estar implementando ya y no lo están haciendo. Por eso, una articulación y colaboración de parte de diversos actores es prioritaria para apalancar este proceso y llevarlo hasta los más altos niveles de toma de decisiones. Y el sector privado y el sector multilateral pueden ser grandes aliados por lo que es necesario una llamada a estos sectores para incorporarse y apoyar la agenda de las juventudes.

¿Cómo planteáis el proceso para integrar las propuestas incluídas en la declaratoria en las políticas a nivel país y a nivel regional?

Durante la conferencia tuvimos la oportunidad de presentar y hacer entrega de la declaración a diferentes autoridades a nivel de gobiernos nacionales y locales entre las que destacan la Vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhammad, la Embajadora de Chile en Colombia, María Inés Ruz Zañartu y la Secretaria de Ambiente de Bogotá, Carolina Urrutia.

Tras la finalización de la conferencia, estamos impulsando una campaña de incidencia de la declaratoria, donde se espera que más personas acompañen y apoyen con su firma la misma, esperando llegar a las 75.000 firmas, a través de la plataforma CHANGE.ORG. Invitamos a que muchas más personas se sumen.

De manera paralela, las juventudes involucradas en el proceso a nivel individual o colectiva, ya se encuentran gestionando la entrega de esta declaración a autoridades del orden local y nacional de sus países. Y aprovechando el desarrollo de eventos como la Semana del Clima de América Latina y El Caribe donde  se tuvo una reunión con la Ministra de Ambiente de Colombia, durante la reunión de ministros, y la COP28, en la que se tendrá la oportunidad de llevar una visión regional a tomadores y tomadoras de decisiones, no sólo de la región, sino de todo el mundo.  

Este proceso de acercamiento busca establecer compromisos por parte de las autoridades que reciben este documento, para que incorporen estas recomendaciones y demandas en sus planes de acción. Así mismo, se motiva a todas las juventudes y organizaciones de la RCOY a liderar o involucrarse en procesos de seguimiento a las políticas públicas de sus países para poder incorporar estos insumos. De esta manera, proponemos un proceso que implica no sólo el compromiso de las juventudes, sino la apertura de espacios de toma de decisiones para este grupo poblacional. 

Buscamos seguir participando en estos espacios. Pero que no es algo que cierre en la COP28 sino que se visualiza como un proceso a largo plazo, que quiere aprovechar el desarrollo de la COP30 en el año 2024 en nuestra región, en Brasil, para seguir posicionando la visión del Sur Global y de nuestra Región en estas negociaciones. 

¿Cómo veis la integración de la juventud en la agenda global de acción y en sus foros, especialmente desde la COP27?  

Los procesos de las conferencias locales y regionales de juventud están en un proceso de consolidación. En la mayoría de países de América Latina se cuenta con conferencias locales de Juventud y, a nivel regional, ya se han realizado 3 citas para latinoamérica y dos para el Caribe, realizando conferencias regionales separadas para atender las necesidades y diversidades de cada espacio territorial. 

Los espacios como la Semana Climática de América Latina y el Caribe y las COP sirven para generar espacios de intercambio, encontrar puntos comunes en nuestra agenda de incidencia y llevar a cabo acciones conjuntas. Estos espacios permiten organizarnos, reconocernos como colectivo, conectar y  visibilizar nuevas iniciativas juveniles para seguir impulsando el empoderamiento climático. Allí, las visiones regionales y locales deben seguir incorporandose, considerando la importancia de pensar global y actuar local.