Publicado el jueves 28 de septiembre del 2023

La crisis climática es una de las mayores amenazas que enfrenta actualmente la humanidad. Sus efectos son innegables, por lo que necesitamos urgentemente compromisos y acciones para acercarnos de un futuro dentro del límite del 1,5 ºC. En España, un grupo de jóvenes está decidido a convertirse en catalizadores del cambio con la organización de una Local Conference of Youth (LCOY).

¿Qué es la LCOY España?

En 1992 nacen las cumbres del clima para tomar medidas en contra del cambio climático. Con el paso de los años y el agravamiento de la crisis climática, más actores se han involucrado en la agenda global de acción climática, incluidos los jóvenes. Para aglutinar este sentir, se han creado diferentes reuniones dependiendo de su ámbito de acción: a nivel internacional, la COY (Conference of Youth), que reúne a jóvenes de todo el mundo a través de YOUNGO; a nivel regional corresponde la RCOY, y a nivel local es la LCOY. En todos los casos, permiten a jóvenes discutir, abordar temas relacionados con el cambio climático y participar en espacios de negociación y decisión como las COP. 

Uno de los aspectos más destacados de la LCOY en España es su enfoque en la capacidad de los jóvenes para marcar la diferencia. Los organizadores, como Jesús Lucero y Carlos Shanka, son ejemplos de cómo la juventud está tomando la iniciativa y demostrando que la edad no es un impedimento para proponer medidas significativas.

La crisis climática es una amenaza inminente que afecta a todos los rincones del mundo. España no es la excepción como se ha verificado estos últimos meses con fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, algo que ha convertido la acción climática en una prioridad. A pesar de los avances, la plena transición hacia una sociedad sostenible aún está lejos. La mitigación y descarbonización de la economía española podrían avanzar de manera más decidida. Si bien las medidas y la tecnología necesarias están disponibles, falta la voluntad política y la implementación a corto plazo. A ello hay que sumar que, aunque España es una región que padece de olas de calor extremas, su condición de país desarrollado retrasa el sentir la urgencia climática. Además, la demografía y el contexto histórico han influido negativamente en la percepción de la acción climática en la sociedad. Sin embargo, con el agravamiento del cambio climático, la concienciación y la movilización de la sociedad civil sólo puede ir a más.

Es cierto que el compromiso con la acción climática va más allá de la juventud: las acciones individuales y colectivas son esenciales para abordar la crisis climática. En España, se han visto algunos avances con el impulso de la Unión Europea, pero aún hay incertidumbres. La necesidad de adaptar el mundo rural, acelerar la descarbonización de la economía y fomentar la resiliencia son temas críticos, y la juventud tiene un papel vital en la creación de impulso para la acción climática. 

En base a este contexto, la LCOY en España busca cambiar esta dinámica y crear conciencia sobre la necesidad de tomar medidas concretas. Para esto, del 3 al 5 de noviembre, se abordarán temas vinculados a la agenda global de acción, la próxima COP28, el GST y las prioridades españolas que van desde la mitigación de emisiones hasta las pérdidas y daños causados por el cambio climático y la importancia de proteger nuestros océanos. La sinergia entre estas temáticas estará el centro de estos días que oscilarán entre encuentros, talleres y debates para que los jóvenes estén mejor preparados y puedan generar un efecto mariposa al aplicar lo que han aprendido.

El resultado principal que se espera de la LCOY en España será un documento de propuesta formal, obra colaborativa que integre las voces de todos y todas, que no deje a nadie atrás y que se enfoque en la responsabilidad intergeneracional. Este reporte debería servir como base para futuras negociaciones. Los jóvenes participantes están decididos a pedir mucho en estas negociaciones para lograr un impacto significativo. Piden medidas que promuevan la sostenibilidad, como la preservación de carriles bici, la expansión del transporte público, la creación de más parques y la promoción de un modelo de producción de alimentos que favorezca la soberanía alimentaria. Estas demandas pueden parecer disruptivas, pero son esenciales para respetar los derechos de la población y alcanzar una justicia climática. 

La LCOY en España actuará como un puente entre la juventud comprometida y las autoridades responsables de la toma de decisiones bajo medidas serias y consecuentes. Por ello, los organizadores se comprometen a llevar las propuestas de los jóvenes a instancias más elevadas, como las alcaldías, las Comunidades Autónomas y la esfera climática de la UE y la COP. Además, se busca crear un grupo representativo de la juventud a nivel nacional para facilitar la formación de un movimiento juvenil potente y asegurar que las voces de los jóvenes sean escuchadas en las negociaciones climáticas. Las puertas todavía están abiertas para aquellos que deseen sumarse.

La LCOY en España será un medio de cómo la juventud puede liderar el camino hacia un futuro más resiliente. Con su enfoque en la capacidad de la juventud y la urgencia de la acción climática, están demostrando que la crisis climática es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de todas las generaciones. La acción no puede esperar, y la juventud en España está dispuesta a liderar el camino hacia un futuro más verde y justo. Su energía y compromiso son fundamentales para movilizar a la sociedad, ya sea a través de cambios en el estilo de vida (que incluyen el cálculo de la huella de carbono personal, la elección de fuentes de información confiables) o a través del apoyo financiero a iniciativas climáticas, entre otros ejemplos.