Publicado el martes 15 de noviembre del 2022

La Unión Europea aumenta su ambición y reducirá un 2% más sus emisiones en 2030, pasando del compromiso mantenido hasta la fecha del 55% al 57%. No obstante, aparca la negociación del mecanismo de financiación para pérdidas y daños hasta la COP28

ambicionCOP COP27 timmermans UE

Las políticas acordadas por los 27 países que integran la Unión Europa permiten aumentar del 55% al 57% la reducción de emisiones para 2030, tal y como anunció ayer el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans. “Hay que avanzar para mantener vivo el objetivo de 1,5” grados de aumento de la temperatura global respecto a los niveles preindustriales, con el fin de evitar los peores efectos del cambio climático, ha señalado.

Este aumento de la ambición se logrará, según añadió, mediante el ahorro energético y una mayor inversión en energías renovables, principalmente, a lo que se sumará también un mayor esfuerzo en adaptación. 

Frente a la frustración en los pasillos de la COP27 por las informaciones de que la propia UE busca provisión de combustibles fósiles en África, cuando a la vez le reclama al continente su paso a las energías renovables, Zimmerman ha respondido que Europa ha pasado en meses de una dependencia del gas ruso a un abastecimiento de sólo el 10%, en un “tremendo esfuerzo” en el que hay que cubrir la falta de abastecimiento con nuevos proveedores. “No tenemos la barita mágica, en la transición hacia las renovables tenemos que pasar dos inviernos. Estamos siendo muy serios en la reducción del consumo energético, y es cierto que hemos aumentado el uso del carbón, pero será por tres años, hasta que cambiemos nuestro mix energético introduciendo las renovables”. Según Timmermans, la escasez energética puede conducir a una UE “políticamente débil” ante el descontento y la convocatoria de protestas y manifestaciones. “Si no tenemos en cuenta a nuestros hogares y negocios, Putin nos divide. Tenemos que mirar por nuestra democracia y libertad, para seguir con nuestra ambición ante el cambio climático”. Sobre el doble discurso entre su actuación y lo que promulga, ha dicho que “lo que decimos a África es que la inversión en combustibles fósiles no será rentable en el futuro porque el modelo está cambiando. La energía renovable es una inversión mucho más interesante”.

Para Timmermans, que el lobby del gas y el petróleo esté en la COP27 no es un problema. “Espero que todos en esta industria entiendan que va a haber un mundo más allá de los combustibles fósiles y que se preparen para ello. No nos van a distraer de nuestra agenda”, ha asegurado.

Negociación del mecanismo de financiamiento de pérdidas y daños

Respecto al avance de las negociaciones, Timmermans ha afirmado que esta semana la UE se centrará en las soluciones de financiamiento “en las que todos están de acuerdo, con el fin de lograr movilizar la financiación”. Ha descartado con ello de forma explícita la negociación del mecanismo de financiación para las pérdidas y daños provocados por el cambio climático en los países más desfavorecidos. Timmermans ha afirmado que “debemos tener una postura práctica. No son lo mismo las pérdidas y daños en el Caribe que en África, tenemos que aportar soluciones en cada cosa con su mejor instrumento o dar fuerza a los instrumentos ya existentes, lo que hablaremos esta semana”, en línea de “tomar soluciones en situaciones específicas”. En este sentido, ha trasladado la discusión sobre el nuevo mecanismo de financiación propiamente dicho, y que reclaman los países más vulnerables al cambio climático, a la COP28. Timmermans ha querido valorar el papel de la Red de Santiago, que “no es una distracción como algunos dicen, sino una seria contribución a las pérdidas y daños”.