Publicado el jueves 10 de noviembre del 2022

Necesitamos más planificación para alcanzar un mayor nivel de adaptación y resiliencia en los territorios, que son muy diversos y por ello requieren de actuaciones a medida. Esta es la conclusión del diálogo que hoy se ha establecido sobre la implementación del  Partenariado de Marrakech, promovido por los Campeones de Alto nivel en su programa Race to Resilience.

ambicionCOP COP27 resiliencia

Todas las partes que participan en la COP27 se han comprometido anteriormente a acelerar sus acciones para una mayor adaptación y resiliencia al cambio climático. Pero, ¿cómo se está implementando este compromiso?

La realidad es que, a nivel mundial, solo el 30% de los países tienen Planes de Adaptación Nacional (PAN) con proyectos reales que se llevan a cabo. La adaptación es un tema transversal y es necesario articular muchas soluciones diferentes.

“La adaptación es desordenada porque es diversa, muy grande y un objetivo escamoso", se ha afirmado. Sin embargo, necesitamos colaboración y necesitamos progreso. "La adaptación es de todos: comunidades, finanzas, negocios, ciudades y regiones, tanto del norte como del sur. Esta COP es una llamada a la inclusión”, ha afirmado Marcia Toledo, miembro del equipo de Race to Resilience, que ha presentado los sistemas de impacto del Partenariado de Marrakech.

Estos sistemas proporcionan información a los actores sobre el terreno para articular una estrategia para la resiliencia mundial. Contemplar la diversidad de lugares, desafíos y actores cuando hablamos de territorios, costas y océanos es esencial. "Desde los manglares a la alta mar... todos son tan diferentes como importantes", se ha destacado. Muchos actores están involucrados en la resiliencia, de ahí la necesidad de crear convergencia.

En el campo de la alimentación, la comida se está convirtiendo en un bien escaso. Se necesitan estrategias nacionales con enfoques sistémicos para ampliar la acción alimentaria en todos los aspectos, como el acceso, la cantidad y la calidad, como han indicado los participantes en el debate.

Algo tan crucial como es el agua choca con el problema de no contar con fondos suficientes. El cambio climático tiene enormes impactos en el ciclo del agua. Ya hay proyectos sobre su uso optimizado y para controlar el consumo por parte de gobiernos municipales. Pero es esencial una mayor planificación de riesgos desde la fuente, tal y como se ha subrayado. En todo caso, “necesitamos pasar del plan a los proyectos y de los proyectos a las finanzas”. Para eso, el trabajo se incia a nivel de base para abordar la brecha de financiamiento.

Energía y transporte son otros puntos calientes en este momento. Existe una necesidad general de innovación financiera que invita a incluir a más actores como entidades privadas y mercados alternativos. No es fácil financiar la adaptación porque los riesgos son muy altos y los beneficios no son tan atractivos como los proyectos de mitigación. “Para reducir los riesgos necesitamos colaboraciones, ingeniería financiera”, se ha asegurado.

Hay trabajo por hacer, si bien Nigel Topping, campeón climático líder en resiliencia y moderador de la sesión, ha felicitado el hecho de que la presidencia de la COP27 haya reconocido métricas y objetivos muy claros para 2030, y también que se haya aprobado incluir en la agenda de negociación de esta cumbre las pérdidas y daños.