Publicado el martes 09 de noviembre del 2021

Las mujeres y las niñas se ven afectadas con más intensidad por el cambio climático. Por ello, su voz debe ser especialmente escuchada. Ponemos el foco en las lideresas de la acción climática que llevan su mensaje desde las comunidades locales hasta los foros globales. 

Tarcila entrevista formato

La igualdad de género en la acción climática ha centrado la jornada de hoy en la COP26. Organizada en el marco de la Coalición de Acción sobre Acción Feminista por la Justicia Climática y el Plan de Acción de Género de la CMNUCC, mostró ejemplos para cerrar la brecha todavía existente e implementar la perspectiva de género en la acción climática. 

Ministros, sociedad civil, líderes empresariales y activistas participaron en el evento dedicado a las mujeres organizado por ONU Mujeres, que también contó con la historia coraje de Tarcila Rivera, presidenta ejecutiva del Foro Internacional de Mujeres Indígenas. “Las mujeres no necesitan apoyo, necesitan empoderamiento”, expresó en su intervención. Tras el acto, en ambiciónCOP26 charlamos con esta activista peruana que lleva más de cuatro décadas poniendo en valor el papel de las mujeres en la lucha contra el cambio climático.

“Las mujeres indígenas del sur de América, con 4.000 variedades de papa, conocen perfectamente cuáles son las semillas para los alimentos que son resistentes a los climas extremos”, aseguró en la conversación, reclamando una mayor atención a su tarea. “Lo que ellas están practicando garantiza la producción”, dijo apuntando que se tratan de conocimientos milenarios que podrían ser de utilidad en lugares dónde azota la pobreza. En este sentido, destacó la "necesidad de tener unas políticas apropiadas para hacer una transmisión de esos conocimientos intergeneracionalmente". 

Por otro lado, se mostró desconfiada con los fondos para pueblos indígenas anunciados durante la pasada Cumbre de Líderes Mundiales y reclamó que estos se inviertan “directamente en gente que puede aportar a las soluciones”. En este sentido, invitó a “pensar en qué es lo que se puede hacer con este dinero y cómo va a llegar a la gente que directamente está afectada por el cambio climático”, ya que estos recursos suelen ser inalcanzables para las mujeres indígenas.

Asimismo, recordó que “son las decisiones políticas las que van a resolver de alguna manera bajar las emisiones”. De este modo, hizo hincapié en que el impacto de las industrias extractivas así como la deforestación amenazan los ecosistemas latinoamericanos. “Las industrias alimentarias y la producción para la exportación están tirando árboles abajo”, lamentó exigiendo un mayor control del tráfico ilegal de madera, una actividad que también afecta al sustento de las mujeres indígenas amazónicas. “Ellas usan un fruto para hacer los collares, pero apenas venden en los mercados porque los madereros han tirado abajo el árbol de este fruto cuya madera tiene un color rojizo”, explicó. 

“Nuestros gobernantes tienen que mirar el contexto interno y cumplir con sus compromisos internacionales implementando políticas apropiadas, sobre todo en las zonas más alejadas donde el tráfico no está controlado”, reclamó recordando los problemas existentes de narcotráfico, tráfico de plantas y animales exóticos, así como de “taladores de bosques y los que buscan madera cada vez más exótica, árboles que tienen entre 100 y 150 años”.